Pizza, Ambulancia y Organizaciones
Es desafiante encontrar lógicas en tiempos donde la pizza llega antes que la ambulancia. Mucho más si suponemos establecer cierto “orden” en un equipo de trabajo. Ese grupo está integrado por personas que diariamente están sometidos al bombardeo emocional, lingüístico y corporal a los que nos tiene patológicamente acostumbrado nuestro contexto.
La pandemia, la guerra, la inestabilidad económica lleva a pensar en las organizaciones integradas por seres humanos teñidos por estos acontecimientos que pusieron al mundo de cara una “nueva lógica”: la incertidumbre, como si nunca hubiera existido.
Entonces, podríamos pensar que no hay lógica allí donde no hay certezas, por ende la irrupción de lo inesperado destroza las supuestas seguridades que ofrece la predicción de la lógica.
Ahora, desde el punto de vista del Coaching, cómo podríamos observar este fenómeno disruptivo, que afecta además territorios tanto personales como culturales?
Sin dudas, es requisito esencial adoptar la postura interna de apertura al permanente aprendizaje, sabernos vulnerables en un mundo cuyas reglas se desmoronan día a día.
Es la incertidumbre un escenario necesariamente negativo? La respuesta es definitivamente no. Numerosos hechos cotidianos e históricos están plagados por efectos devastadores de los patrones de adaptación: muertes inesperadas, pérdidas relacionales, quiebras económicas, masivas epidemias, guerras, etc
Las organizaciones tampoco han sido ajenas a este tipo de episodios, de hecho muchas de ellas surgieron en vísperas de un nuevo orden o como respuestas agresivas a necesidades emergentes.
Entonces, qué convierte la adversidad en una oportunidad?
La disposición a resignificar una y otra vez el cambio. Desde ya que no es algo sencillo el responder rápidamente a desafíos inesperados.
Sí lo es mediante el entrenamiento constante: transformar el estancamiento en un espacio generativo de acción.
La oportunidad se entrena.
De hecho cualquier fragilidad de sistema requiere de mentes fuertes, acciones concretas, apertura al error y perseverancia.
Por eso, hasta el significado de constancia asociado a estabilidad está en juego. Es hoy, más bien, una línea de esfuerzo sostenido para mantener poroso el asombro.
En éste, la observación sistémica de adaptación ofrece la sensibilidad de la modificación como fuente inspiradora de un pensamiento lateral de respuesta.
A veces, lo único que se devasta es aquello que estaba muerto mucho antes de percibirlo.
Como cuando la pizza llega antes que la ambulancia.